Dicen que lo bueno demora en llegar. Hace practicamente un año atrás toqué las puertas del café buscando la oportunidad de realizar allí mis talleres. En enero me confirmaron, sin embargo, no me convencí hasta que la encargada de gestionar las actividades me llamó con la novedad de que los cupos estaban completos.
Feliz por el entusiasmo de las personas que asistieron al taller y su comprensión porque claro muy resfríada estaré pero esta ocasión no me la iba a perder por nada del mundo, así es que ronca y todo se entendió. Por las fotos veo que lo disfrutaron.